Un contrato para cada operación. Es un tipo de contrato donde el contratante y el trabajador establecen, personalmente, un contrato laboral específico para determinada carga de trabajo y producción, pero que no pasa por el control de las instancias laborales legales ni se reporta a sindicato alguno. Puede considerarse un contrato de buena fe entre ambas partes. Cumplidos los términos  del contrato quedan libres las partes contratantes.